Hi Rogues! Os dije en un post anterior que habría una segunda parte
sobre los controles a pasar en el aeropuerto, https://ceciliarogue.com/informacionyconsejosparaviajar/ pues bien, aquí es donde
hay que tener más picardía que nunca, dejar el humor pícaro a un lado
y sacarlo en modo herramientas de defensa personal.

Al menos, los españoles somos afortunados a la hora de salir al extranjero gracias a nuestro pasaporte, que es uno de lo más privilegiados para un gran número de países. Para USA, España es un país de prestigio, que es tenido en alta estima y es bien recibido, ya que España no es un país problemático a vista de los Estados Unidos, más bien nuestro país mantiene muy buena relaciones bilaterales con EEUU.
Adelante trás mi aventura por el aeropuerto.

Cuando llegué al aeropuerto de Los Angeles (Lax) cansada, derrotada, aturdida con el cambio horario, unas 24 horas de viaje en mi cuerpo y algún que otro incidente sin importancia todavía me esperaba lo peor -no tengáis miedo, con el cansancio de un viaje largo ya veces complicado cualquier percance sin importancia es agotador-.

Dirección control de pasaporte. Donde nos clasifican según:
estadounidense, pasarán a una fila donde salen rápidamente-obvio- y
ahora estamos los que obtenemos pasaporte extranjero, y que venimos de
vacaciones, negocios, con visas, etc etc etc…  Seremos redirigidos a
una enorme fila donde nos espera un agente de control de pasaporte.
-En mi caso pasé antes a un ordenador que me hacía un reconocimiento
facial y tomaba mis huellas dactilares, donde me volvía a hacer
preguntas similares al (form 6059B) que rellenamos en el avión.
(Previo control de aduana) -Olvidé añadir en el anterior post
referente a este que llevarais un bolígrafo para rellenar dicho
documento, dentro del avión no creo que dispongan bolígrafos o al
menos tantos por si nos diera a todos por pedirlo-.


Llega al fin mi turno, este/a agente toma nuestro pasaporte y compara la foto con nuestra cara; que después de más de 12 horas de vuelo, más el desajuste horario por el cambio horario, escala -y para colmo yo volé días después del atentado de Nueva York, lo que hizo a la hora de tomar mi segundo embarque retrasar el vuelo hora y media, esperando en dicha puerta, todos apelotonados a que nos dejaran pasar, el retraso fue por el registro de pasajeros que determinaban como posibles sospechosos-. Se podría sumar un mes entero. Bueno, que me estoy enrollando, a lo que iba, imaginaos mi cara, más parecía que había cruzado el charco en patera, pero ahora viene lo mejor. 

Con mi inglés de nivel que me sale cuando no tengo más remedio, como si me soltaran en medio de la plaza a torear. Tuve que explicarle al agente sobre sus preguntas que no venía a quedarme y mucho menos a trabajar pero su enfado fue a más cuando le conteste a última pregunta: -yo: vengo de visita 87 días-. En EEUU solo se permite una estancia de 90 días, claro, yo iba apuradísima. Después de mantener mi calma hasta que pude, sentí miedo de que mi inglés regular perturbara alguna malinterpretación , así que le pedí por favor que llamara a algún agente de habla hispana, y así fue. Pero de todos modos cogió mi documentación y me acompañó a una pequeña sala repleta de personas de todas las nacionalidades, totalmente cerrada, la bandera de los Estados Unidos prevalecía por todo aquello y con agentes que mostraban puro respeto. -Ojo, nada de miedo, si tenemos las conciencia limpia por qué a de haberlo-. No he estado nuca detenida por lo más mínimo, tampoco tengo multas leves y mucho menos graves. Este es el momento en que te alegras de que nunca manchara mi adolescencia. -Esa época que tenemos todos-.

 

Mi móvil no paraba de sonar, ya me estaban esperando fuera, pero ahí está prohibido sacarlo para cualquier utilidad. Mientras estaba ahí sentada  escuchaba las preguntas y conversaciones breves que había entre agentes y las personas que iban siendo llamadas, esa era la decisión definitiva, entrar al país o de vuelta deportado.

En el fondo no es nada malo ni del otro mundo, tan solo que no estamos acostumbrados a estas situaciones, mantuve la calma porque estaba segura de mí misma, no venía a incumplir ninguna norma, (quizás si tenemos algo que no les gusta en nuestro historial, normalmente seremos retenidos para así ellos ver cuando de grave es, normalmente suelen entrar, pero com digo sin ates no pasar por ahí) aunque es cierto que si quieren me podrían haber deportado. Después de casi dos horas esperando, yo ya estaba desesperada, acabé hablando con personas que llevaban allí hasta 6 horas, había una mujer en la ventanilla de un agente que estaba ahí sentada desde que llegué, no paraban de hablar, él no paraba de dar vueltas y le decía ¡ESTÁS MINTIENDO!  Yo ya tenía la lagrima fuera pensando de que me deportarían, no sé el por qué, no hice ni he hecho nada malo, pero es la decisión que toman frente a un país que ya tiene suficiente como para que dejen entrar a cualquiera tal y como esta todo hoy en día, así que intentaba asimilarlo mientras pensaba aunque me doliera: están mirando por la seguridad de su país. Entonces me nombraron y en ese momento me levanté más derecha y segura que en toda mi vida, ahora es cuando venimos de coger ese impulso y lo damos todo, así que me dije: a por todas. 

Obviamente este agente me remiraría todo, fueron unas preguntas preguntas breves, sencillas y sin tapujos, me dio mi pasaporte y me dijo ya te puedes ir, y yo no tengo otra cosa que decirle: ¿ya?.. enseguida rectifique: -sorry, already? mmm ok, thank, have good day! En ese momento el agente me miró con cara sorprendida y mi subconsciente me decía: ¡venga pava!

Salí de allí como la que sale al escenario de lluvia de estrellas, aquel programa que presentaba Bertín Osborne en mis más infantiles años. Recogí mis maletas y me dirigía hacia la bendita calle muy contenta cuando me encuentro otro control más, aduana, el último, ni me acordaba, pero a mí ya no había quien me parara, bueno sí, me paré ante este señor, le di uno de tantos papeles que llevaba referente al form 6059B y le dije, así con total amabilidad pero siendo yo misma y con un poco sarcasmo: ¿me puedo ir ya? este agente, mexicano, se echó a reír y ni siquiera me preguntó que si tenía algo que declarar, supongo que estaba informado de todo y como os digo si de aquella sala salí así imaginaos ahora, ni buscaba salida, yo iba andando como la que conocía ese inmenso aeropuerto hacia la calle.

Add A Comment