¡Ey, hola! ¿Os ha pasado alguna vez que os quedais mirando a la nada pesando lo aburrido que es todo, y aun así lleváis una buena racha?

Yo pasé y paso mucho tiempo así, pensando qué hacer, qué quiero ser, lo que he hecho, que aunque me guste no me satisface del todo, simplemente ha sido algo pasajero donde me he estancado por algunos motivos. Donde quiero dar más y sé que puedo pero no me dejan, no me valoraron o por ese caso fui mas útil para ser aprovechada por mis ganas de querer crecer y a prendar más. Es decir, evolucionar laboralmente y en mi vida, conseguir una oportunidad para mostrar y poner aprueba mis posibilidades, o pedir el más mínimo derecho personal en esta sociedad queda muy mal visto. -Esto no me ha pasado en todos mis puestos laborales, jefes algunos os salváis-.

Mi padre siempre me contaba que el salir fuera es maravilloso, yo no pensaba igual, estaba a gusto en casa, aquí, con toda la familia, -no entendía esa necesidad- hasta que comencé a trabajar, entonces entendí a mi padre y lo supe por mi misma.  Tomar la decisión de dejar mi zona de confort, bueno, ¿zona de confort? Hasta donde llega mi educación confort significa una cierta estabilidad, palabra que lleva unos valores que no son respetados.

Arrancar las raíces y distanciarse de las personas más queridas duele. Pero un consejo pícaros: no abandonéis los sueños como las vías del tren sin él, las que solo servirán para ver pasar personas, las que serán útiles para todo menos para su real construcción, o serán destruidas y robadas. Tal como verás pasar tú vida, pensando en el qué hubiese pasado, viendo pasar a los demás, siendo útil para todo menos para tus metas y sueños hasta ser destruidos porque nos roban las ideas o por ley de vida.

Adventuras y desventuras es lo que viene ahora: no dejar pasar el tren, pero ¿qué tren? El simple hecho de montarse para no dejarlo pasar, ¿sé si es el correcto? ¿Estoy en la estación correcta? Nunca se sabe aunque todo esté bien atado, así que mejor me subo y no me quedo con ¨él qué hubiera pasado¨ en mi zona incorforable. -Ellos nos llevaran a los pros y contras que tiene el querer iniciar una vida fuera, también el vagón se descarrilará y nos daremos con lo que no teníamos previsto, por último quizás subamos al que nos lleve al lugar correcto-. En estas tres opciones pueden entrar miles de posibilidades tanto buenas como malas, así que tomaos la ruta con picardía, nunca se sabe el número de veces que lo intentaremos.

Me ha pasado, y lo que me quedará por pasar. La primera vez no lo hice bien, así que no me salió como quise. La segunda fué una mentira y por ahora la tercera está en proceso: WELCOME TO LOS ANGELES!

Continuará…